Lubricantes íntimos, geles y aceites.

¿PARA QUÉ? ¿CUÁL ELIJO? ¿ES LO MISMO LUBRICANTE, GEL Y ACEITE? ¿HAY OPCIONES CASERAS y NATURALES?

EN ESTE POST TE CUENTO Las consideraciones principales que tenes que tener en cuenta a la hora de elegir tu lubricación íntima, para evitar los peligros más comunes

Indiferentemente de tu identidad de género, genitalidad u orientación sexual la LUBRICACIÓN ÍNTIMA es un tema que nos atraviesa a todos. 

Interiorizarnos en este tema es imprescindible, no solo para conocer y gozar de la infinidad de beneficios que nos puede brindar a la hora de una experiencia sexual, sino también para evitar COMETER LOS ERRORES MÁS COMUNES y prevenir incidentes no deseados por el mal uso o la incorrecta elección de los mismos. 

El desconocimiento que hay sobre este tema aún hoy en día, es desmedido. Teniendo en cuenta, sobre todo, la magnitud del despertar que estamos viviendo como sociedad respecto a la sexualidad humana. 

Soy una convencida de que estos cambios que estamos logrando requieren una gran responsabilidad, por eso, después de mucho investigar, me gustaría aportar un granito de arena para que esta emancipación sea informada, placentera, cuidada y saludable, en el sentido más amplio de la palabra.

¿Por qué deberíamos usar lubricantes íntimos?

A la hora de una experiencia sexual, ya sea con otras personas o con nosotros mismos, la lubricación cumple un rol fundamental: nos permite mayor disfrute, evitando la fricción, que genera desde molestias, incomodidad, ardor, picazón y hasta lesiones muy dolorosas. Es importante saber que la falta de lubricación también puede causar la ruptura de los preservativos generando embarazos no deseados y riesgo de contagiarnos enfermedades de transmisión sexual. 

Por un lado, hay cierta lubricación que genera el propio cuerpo, específicamente en la vagina, y en menor medida en el pene. Pero zonas como el ano por ejemplo, no tiene lubricación natural y siempre necesita lubricación artificial

En el caso de los penes, la lubricación espontánea se genera por la glándula de Cowper, es bastante reducida y ocurre en altos grados de excitación. Lo mismo pasa con las vaginas, si bien hay quienes tienen mayor tendencia natural a una lubricación espontánea por fluido, en la mayoría de los casos se necesita un buen nivel de excitación para alcanzar la lubricación deseada.

Esto significa que si debo o deseo recurrir a un lubricante externo ¿HAY ALGO RARO O ALGO ANDA MAL EN MI? Muchas personas nos hemos hecho esta pregunta a lo largo de nuestra vida sexual. Y la respuesta es un rotundo NO! No hay nada raro ni malo en vos por querer o necesitar lubricación externa. 

Puede ser que necesites más tiempo, estímulos más acordes a tus gustos, que estés en determinado momento de tu ciclo, tus hormonas pueden estar sufriendo cambios (como en el embarazo o menopausia) o que simplemente no generes tanto flujo vaginal, Y ES TOTALMENTE NORMAL. Para eso tenemos recursos a mano que pueden ayudarnos y en los cuales hoy vamos a profundizar. Pero antes mirá este dato que aprendimos de la gran Cecilia C (reconocida y revolucionaria sexóloga argentina que te recomiendo ampliamente buscar):

Para que suceda una erección se necesitan entre 70 y 100cm3 de sangre, mientras que para producir la lubricación vaginal necesitamos 500cm3. Es decir, que podemos tardar 5 veces más en lubricar una vagina que en lo que tarda en producirse una erección. 

Es increíble enterarnos de esto recién ahora ¿no? Tal vez habiendo conocido la fisiología de nuestros cuerpos, podríamos haber satisfecho sus necesidades de otra manera, a un ritmo más acorde a la realidad y sin tantas frustraciones por no poder cumplir las expectativas de un imaginario creado casi siempre por la ficción pornográfica, como consecuencia de una falta total de ESI en nuestras vidas. 

Pero aún estamos a tiempo.

Sea cual sea el caso, de ningún modo debería causarnos incomodidad, vergüenza, ni pudor. Así como hay distintas formas y tamaños de pene, hay distintas vaginas con sus particularidades, entre ellas, la cantidad de flujo. Simplemente démosle lo que cada una necesita sin tabú!

Por lo tanto, el lubricante íntimo artificial, es decir, el que no se produce naturalmente en el cuerpo, es un GRAN ALIADO de la sexualidad, por más de una razón y en más de una situación. 

Pero ¿Cuál? ¿Cómo lo elijo? ¿Es lo mismo gel, lubricante o aceite? ¿Hay opciones caseras y naturales que sean seguras y eficientes? 

Estas son algunas de las preguntas que pueden surgirnos a la hora de buscar un lubricante adecuado  y que vamos a tratar de resolver en este post.

En principio podemos hacer una primera diferenciación entre geles íntimos y lubricantes. Los primeros son de uso cotidiano, diseñados para “higienizar”, hidratar y mantener el equilibrio de la flora vaginal (microorganismos saludables y necesarios que previenen la proliferación de las bacterias dañinas). A su vez pueden usarse como lubricante en las relaciones sexuales, se caracterizan por ser de base acuosa y tener un ph adecuado para el ambiente vaginal. Y digo higienizar entre comillas porque es un término que estamos intentando erradicar de nuestra gestión íntima, ya que implícitamente también hace alusión a que hay algo sucio o hediondo que “limpiar y purificar” cuando no es así. 

Vale aclarar también que esta microbiota vaginal se mantiene en equilibrio naturalmente. Podemos favorecerla principalmente con una alimentación variada, completa y natural, incorporando prebióticos y probióticos a nuestra dieta, evitando ropa íntima apretada y de tejidos sintéticos, descartando también todo tipo de algodones blanqueados con químicos (toallitas, tampones) y evitando el uso de jabones, fragancias o productos de higiene femenina llenos de químicos. Lavarla con agua es más que suficiente para que la flora vaginal se auto regule. No es recomendable el exceso de lavado, pero tampoco la ausencia total del mismo. Ambos extremos pueden generar un desequilibrio, que dé paso a olores vaginales y a la proliferación de infecciones. 

Si te interesa saber más sobre el ecosistema vaginal, al final del post te recomiendo algunas profesionales que podes seguir para interiorizarte en el tema.

Por otro lado, los lubricantes están hechos específicamente para el acto sexual y muchas veces tienen un fin más lúdico y erótico. Por eso los podemos encontrar de muchos sabores, con efecto frío o calor generando distintas sensaciones, retardante, estimulante y miles de variantes más! 

Dentro de esta categoría están los creados con textura de GEL, que se caracterizan mayormente por ser de base AL AGUA, por ende, mucho más compatibles con nuestros fluidos naturales. Se secan rápido pero también se los reactiva justamente con saliva o agua por ser de base acuosa. No manchan y NO DAÑAN LOS PRESERVATIVOS.

Otro tipo de lubricantes son a base DE SILICONA. Se los caracteriza por tener muchísima más duración ya que no se absorben fácilmente. Son compatibles con preservativos pero NO SE PUEDEN USAR CON JUGUETES SEXUALES DE SILICONA, ya que es un material que se come a sí mismo y por ende se dañarían.  

Y por último tenemos los que son a base de ACEITES. Y aquí viene el gran conflicto porque estos lubricantes NO SON COMPATIBLES CON LOS PRESERVATIVOS. El aceite daña el látex, por lo que nos exponemos a los mismos riesgos que si no usáramos condón. Los aceites si bien vienen de todo tipo de variedad y sabores, se recomiendan solamente para masajes. También hay que tener en cuenta que MANCHAN, por lo que se deben usar con cuidado para evitar arruinar tanto la ropa como las sábanas. 

CUANDO NO TODO LO NATURAL ES MEJOR:

En este sentido, podemos creer que usar aceite de coco, almendras u otros ACEITES VEGETALES que podamos tener a mano, es más sano. Y en parte es cierto, siempre que hablemos de masturbación. Pero NO cuando estemos usando preservativos (que debería ser siempre que el encuentro sea con otra/s persona/s para evitar ETS). También debemos tener mucho cuidado de no presentar reacciones alérgicas, ni que modifiquen nuestro PH. Y mucho más aún con los ACEITES ESENCIALES que pueden ser dermocaústicos o irritantes (como los de orégano y algunos tomillos que no se deberían usar en la piel ni siquiera diluidos). 

Tampoco uses aceite de bebé (algunos muy famosos hasta tienen derivados de petróleo!), ni vaselina, ni ningún otro que ponga en riesgo tu salud. En este caso lo casero no siempre es lo mejor. Es preferible utilizar productos diseñados para ello, con sus respectivas consideraciones. Siempre es recomendable elegir los que menos productos químicos tengan y que sean lo más naturales, ecológicos y amigables posible con nuestro cuerpo y el ambiente. Recuerden que en estas zonas íntimas cualquier sustancia pasa directamente al torrente sanguíneo. 

Lo ideal es informarse mucho de fuentes confiables y consultar con expertos en el tema para elegir conscientemente y compartir esta información con quienes tenemos cerca. Porque como habrás visto es de suma importancia hablar estos asuntos.

Hombres, mujeres, cis, trans o no binaries, no importa qué practicas sean de tu disfrute, lo importante es que siempre sea consensuado explícitamente y que todo confluya en placer.

Así que llevá tu lubricante siempre con vos junto a los preservativos o campos de látex ya cortados. Y úsalos cuando lo necesites! Sin vergüenza ni pudor. Cuidar y cuidarte es lo más sexy que puede haber! 

FELIZ MES DEL AMOR para todas, todos y todes. Empecemos por el propio y que se expanda hacia el mundo como una fuente de luz infinita. 

Nuria

(Si te gustaría aprender a hacer vos misma un lubricante casero, seguro y natural para regalar o regalarte hacemelo saber en comentarios! Gracias!!)

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