Si sos como yo que preferís siempre buscarle una vuelta natural a todo en vez de llenarte de pastillas y productos de dudoso contenido… este post para aprender a utilizar la aromaterapia como fortalecedor natural de tus defensas te va a encantar!
Como ya estamos notando, se viene el frío en el hemisferio sur y con él, el ambiente ideal para la conservación y propagación de virus y bacterias.
Ni hablar que este año otra vez sentimos la amenaza inminente del Covid acechando. Acá en Argentina, nuestro país, el año pasado fue bastante controlado por suerte, pero significó una de las cuarentenas más largas del mundo: 234 días, 7 meses! Con todas las consecuencias que eso trae aparejado, física, psíquica y emocionalmente. Así que ahí vamos de nuevo! Buscando y sumando alternativas.
LA CRISIS COMO OPORTUNIDAD
Las informaciones que circulan al respecto son muchas, variadas y hasta contradictorias. A veces más leemos, más confundidos terminamos. Las fuentes son dudosas y uno no sabe ya que campana escuchar.
Así que en vez de ver la parte desalentadora del asunto, que es innegable, prefiero ver que tenemos una nueva oportunidad de revisar y cambiar hábitos. Podemos aprovechar a re-educarnos en fortalecer nuestro sistema inmunológico de manera preventiva para no ser huéspedes de estos indeseados microorganismos.
Por eso hoy desde mi área de conocimiento e investigación, quiero aportarte una herramienta simple e inocua para fortalecer nuestro sistema inmune de manera natural. Y es nada más ni nada menos que LA AROMATERAPIA.
Siii ya les he hablado de sus usos para acompañar otros procesos de la vida (como en el embarazo y parto) es que sus beneficios son realmente magníficos e innumerables.
UN POCO DE HISTORIA
Sin lugar a dudas desde la antigüedad, se conocían las propiedades antisépticas de las plantas; Los testimonios de las Escrituras Sagradas de diferentes pueblos, dan cuenta de que las limpiezas con incienso, mirra o romero no solo tenían un objetivo religioso, sino también sanitario.
En la Europa medieval, que fue devastada por las plagas, muchos advirtieron que los perfumistas y los que trabajaban con especies o hierbas aromáticas no se enfermaban. Se dice que en 1630, durante la peste que asoló Toulouse, en Francia, cuatro ladrones se dedicaban a saquear las casas de los enfermos, a las que nadie se atrevía a entrar. Su secreto era un preparado con el que untaban su cuerpo. Se salvaron de la peste, pero no de la cárcel. Sin embargo fueron prontamente liberados con la condición de que revelaran su fórmula.
Esta consistía en una maceración en vinagre de salvia, tomillo, lavanda y romero.
La investigación histórica demuestra que las pestes se producían sistemáticamente después de grandes hambrunas provocadas por sequías, exceso de lluvias o guerras. La enfermedad se propagaba, entonces, en los cuerpos cuyas defensas estaban debilitadas.
En nuestro tiempo el comercio mundial y la tecnología están en condiciones de compensar la producción de alimentos afectada por los cambios climáticos y adversidades de otros tipos.
Pero ahora nos encontramos frente a un fenómeno nuevo: los virus y bacterias resistentes que han surgido como consecuencia del uso indiscriminado de los antibióticos, sumado al saqueo y explotación desmedida hacia la naturaleza, arrasando con sus barreras de protección y creando ambientes de desequilibrios, cada vez más difíciles de autorregular.
¿POR QUÉ PODEMOS DECIR QUE LA AROMATERAPIA ES UNA ALTERNATIVA SUSTENTABLE?
Hoy en día sabemos por las investigaciones de laboratorio que los aceites esenciales son sumamente valiosos para prevenir y tratar las enfermedades infecciosas, por los siguientes motivos:
1) Combaten los virus, bacterias y hongos matándolos o inhibiendo su reproducción.
2) Estimulan el sistema inmunológico.
3) A diferencia de los antibióticos no facilitan la aparición de cepas resistentes y además respetan la flora intestinal como así también otras bacterias benéficas que proliferan en la piel y otras zonas del cuerpo.
Prácticamente todos los aceites esenciales son activos contra ciertos organismos infectantes, pero los de más amplio espectro son lavanda, romero, eucaliptus, tea tree, bergamota y enebro. Acá te cuento mucho más sobre sus propiedades.
CÓMO UTILIZARLOS
Eucaliptus: Una emulsión en agua de aceite esencial, al 2% ( 1 gota cada 2ml., aproximadamente ) mata el 75% de los estafilococos en el medio ambiente. Se ha comprobado su acción contra los virus de gripe A y A2. También es efectiva la tradicional ollita hirviendo con hojas, frutos y ramitas, ya que aceite esencial se encuentra en la totalidad del árbol.
Menta Piperina: Aumenta las defensas del organismo combatiendo trastornos de diversa índole. Actúa como descongestionante de las vías respiratorias, calma las irritaciones y dermatitis cutáneas, estimula el aparato digestivo y es antiinflamatorio y relajante muscular. Alivia la depresión y la fatiga mental aumentando la concentración y la agilidad mental.
Tomillo: Es una planta excelente para hacer frente a los virus que afectan al aparato respiratorio, su propiedad antiséptica es excelente para este tipo de afecciones como los resfriados.
Lavanda: Es antiinflamatorio y antiespasmódico aliviando dolores musculares, artritis y reumatismo. Está indicado para mejorar el tracto respiratorio y el sistema digestivo. También es útil para las infecciones de la piel y para el acné.
Bergamota: Sirve para infecciones bucales, de las encías y aftas en forma de buches. Utilice una gota en un vaso de agua, mezcle bien antes de usar. Para el prurito vaginal, en baños de asiento y duchas vaginales. Hasta 5 gotas diluidas en agua.
Tea tree: Refuerza el sistema inmunológico. Actúa contra hongos, bacterias y virus. Se usa en inhalaciones para resfríos y catarros o puro sobre herpes y verrugas. También en cremas antihongo. Podes emplear aceites esenciales en el hornillo o pulverizándolos diluidos en agua, para desinfectar ambientes. También en el baño como alternativa a la lavandina u otros limpiadores contaminantes que afectan las vías respiratorias.
Limón: Es antiséptico y astringente muy indicado para las pieles grasas. Reparador, bactericida y cicatrizante eficaz en casos de psoriasis o herpes. Revitaliza el pelo y las uñas. Refuerza el tejido muscular y estimula el sistema circulatorio. Alivia la fiebre en la gripe y en resfriados.
Caléndula: No sólo es buena para prevenir resfriados, sino también para evitar la aparición de las alergias propias de la primavera y el otoño.
Algunos de estos aceites esenciales poseen compuestos químicos que actúan específicamente como antivirales: el linalol, citronelol, gerianol, terpinol y mentol entre otros.
Desodorizar y desinfectar la casa con aceites esenciales o usarlos en cremas y perfumes personales no sólo levanta nuestras defensas sino que también crea una atmósfera fragante y armoniosa. Como siempre les digo, nuestra salud es un concepto muy amplio e integral, en la cual nuestras emociones juegan un importantísimo papel. Hacer de nuestro hogar un ambiente ameno y agradable, no es un detalle menor.
OTROS MODOS DE USO
Es muy importante enfatizar que los aceites nunca deben consumirse, ni se aplican directamente en la piel. Por lo tanto, para su aplicación siempre se diluyen en agua o se mezclan con los llamados “aceites básicos” (aceites neutros).
Masaje: uno de los métodos aromáticos más efectivos, ya que la efectividad de los aceites esenciales está vinculada a la potencia terapéutica de masaje. En aceite de base (de almendras dulces o albaricoque, por ejemplo), el 2,5% se diluye al 5% de aceite esencial, dependiendo del extracto seleccionado.
Baño: podemos lanzar varias gotas de aceites esenciales sobre el agua caliente de una bañera y luego sumergirnos durante 15 o 20 minutos. De esta manera, aspiramos el vapor de los aceites esenciales a la vez que penetran a través de nuestra piel.
Inhalación: podemos tomar algunas gotas en un pañuelo y oler o podemos lanzar de 6 a 12 gotas en una olla de agua hirviendo, luego colocamos una toalla o una manta que cubre y nuestra cabeza y la olla. Aspiramos el vapor durante varios minutos. Debemos tener la precaución de no estar demasiado cerca, porque nos podemos quemar la cara con el vapor.
Difusión: Hay una amplia variedad de productos, llamados difusores o átomos, que propagan los aceites esenciales de modo que forman una nube de pequeñas partículas. Estos difusores pueden ser útiles en casos de condiciones respiratorias.
Compresas: estas pueden ser frías o cálidas. Alivia los dolores de cabeza y molestias musculares. Agregue de 5 a 10 gotas de aceites esenciales al agua. Impregna un paño en esta solución y aplicá en el área dolorosa.
Recuerden que estas alternativas son COMPLEMENTARIAS y PREVENTIVAS, no debemos descartar los casos en que los antibióticos son necesarios y salvan vidas. Pero es importante concientizarnos de hacer un uso cauteloso y medido con los mismos, ya que su abuso genera resistencias y mutaciones cada vez más difíciles de controlar.
Las alternativas naturales pueden fusionarse entre sí sin problemas ya que no presentan contraindicaciones ni efectos adversos . Me gustaría saber, ¿Cuáles otras herramientas usas vos para fortalecer tus defensas de manera natural? Te leo
Gracias y un abrazo grande.