Con la creciente incorporación de nuevas terminologías y el paralelo desconocimiento de los movimientos sociales que las impulsan. Solemos confundir algunos términos que creo sumamente necesario empezar a discernir. Cosmética VEGANA o CRUELTY FREE no es lo mismo. Pueden llegar a usarse erróneamente como sinónimos. Ya que ambos movimientos apuntan, en rasgos generales, al respeto por los animales y a la toma de conciencia de sus derechos como seres vivos y sintientes.
Pero estos son dos términos muy diferentes, veamos:
Por un lado, en los cosméticos veganos no se usa NINGÚN ingrediente derivado de animales (lácteos, grasas, ceras, diferentes activos como el colágeno). Mientras que la cosmética “Cruelty Free” certifica que no hayan sido testeados en animales para su aprobación.
Entonces, un cosmético puede ser “CRUELTY FREE” y no ser vegano. Porque aunque no hayan realizado testeos en animales, sí puede poseer algún ingrediente de origen animal.
Pero todo producto rotulado como “vegano”, además de no tener productos de origen animal, tampoco debería estar testeado en animales. Esto sería una contradicción rotunda de los términos. De todos modos es una realidad que puede pasar, según las leyes de cada país. Por ejemplo, si un producto vegano-no testeado se comercializa en China, allí ya no va a ser Cruelty Free. Porque se probará en animales por ley de todos modos. Parece una locura no?
Por supuesto que también hay cosméticos y maquillajes que son a la vez veganos y cruelty free como muchos de los que te enseño a hacer en este blog y en mis cursos online.
Si bien en la Unión Europea existe una ley que desde 2013 prohíbe toda prueba de cosméticos e ingredientes sobre animales. En nuestro país (Argentina) no existe tal legislación. Hoy en día son muchas las marcas presentes en las farmacias y supermercados que realizan este tipo de prácticas, y existe una conciencia colectiva que busca hacernos reflexionar al respecto y combatirlo, ya que no serían necesarias hacer estas pruebas para generar productos que valgan la pena.
LA FILOSOFÍA DEL VEGANISMO: MÁS ALLÁ DEL PLATO
Hoy en día es común asociar al veganismo con un tipo de dieta alimentaria. Es decir, aquella persona que no come carne/animales (vegetariano) pero tampoco sus derivados (ni leche, ni quesos, ni huevo). Esta idea no es del todo errada, porque la dieta es una parte fundamental del veganismo, pero no se limita a ello. Si al pensar (o querer practicar) el veganismo aún creemos que sólo significa restricción de ciertas comidas, nos está faltando profundizar en el movimiento, sus objetivos y sus implicancias.
El veganismo es una filosofía mucho más amplia más allá de la alimentación: es una forma de vida que busca excluir todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales por comida, vestimenta o cualquier otro propósito en beneficio del ser humano.
Sus razones son
- Éticas: Rechazo al consumo de todo producto de origen animal por respeto a los demás animales como seres sintientes. Se busca excluir ‘en la medida de lo posible y practicable’ todas las formas de explotación y crueldad a los animales destinados para alimentos, ropa o cualquier otro propósito y por extensión, promueve el desarrollo y uso de alternativas libres de animales. El veganismo nos propone una visión Anti Especista. No somos superiores como especie ni los dueños del planeta, y tener ciertas tecnologías o posibilidades como humanos no nos da el derecho de ejercer violencia sobre otras especies.
- Ambientales: Evitar el uso de productos de origen animal basándose en que la captura o cría industrial de animales es terriblemente perjudicial para el medio ambiente. Las dietas basadas en vegetales son más sostenibles que las dietas con base en productos animales, puesto que utilizan menos recursos naturales y provocan menor impacto en el medio ambiente. A nivel global, la ganadería es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad, de emisión de gases de efecto invernadero y la principal fuente de contaminación del agua en los países desarrollados y en vías de desarrollo.
- De salud: en los últimos años se ha investigado y comprobado el daño creciente hacia nuestra salud por consumir alimentos de origen animal. Sobre todo de la forma que se practica hoy en día: un combo de animales hacinados, que llevan a que estén lastimados e infectados por sus propias heces. Por ende necesitan ser medicalizados con grandes cantidades de antibióticos y vacunas. Alimentados con toneladas de granos transgénicos y pesticidas, etc. A finales de 1970 un grupo de científicos norteamericanos argumentó por primera vez “oficialmente” que la dieta basada en grasa y proteína animal es perjudicial para la salud. Por lo que propusieron una dieta de base vegetal baja en grasas, la cual previene y pudiendo hasta revertir enfermedades, diabetes y cáncer. Hoy en día podemos encontrar muchísimos profesionales de la salud especializados en una alimentación Vegana, completamente sana, completa y sustentable desde el inicio de la vida.
COSMÉTICA Y VEGANISMO
¿Sabías que en tus cosméticos podés encontrar muchos más ingredientes de origen animal de los que crees?
Algunos de ellos seguramente los conoces como la cera y miel de abejas, pero otros son más raros y difíciles de detectar, como derivados de grasa de ballenas o de cerdo. Te comparto una lista de algunos:
+ Carmín o ácido carmínico (E-120): se obtiene de triturar un insecto llamado cochinilla. Es de un color rojo intenso y se usa en cosmética y maquillaje
+ Colágeno (HYDROLYZED COLLAGEN): Es la proteína que se obtiene de los huesos, cartílagos, tejido de la piel y patas de algunos animales como el cerdo y los pollos.
+ Cera (CERA ALBA) y miel de abejas (Mel)
+ Aceites y grasas animales: la más usada es la manteca de cerdo. Otros aceites derivados de animales que se usan comúnmente son: ballena, foca, pescado, cerdo, tiburón y oveja; con ello se fabrican jabones, lociones, bálsamos y productos para el cabello, entre otros.
+ Glicerina (GLYCERIN): Es un compuesto del alcohol que se obtiene de la grasa de cerdo o vaca.
+ Urea: existe también de origen sintético, debería estar señaladas en el listado de ingredientes.
+ Retinol: se extrae de la leche, pescado e hígados
+ Biotina: en la leche y levadura
+ Pelos de animales en brochas
+ Lácteos: de leche de vaca, oveja, camello, burro, etc
+ Lanolina: se extrae de la lana
Todos estos ingredientes tienen hoy en día sus sustitutos tanto sintéticos como vegetales por lo que es totalmente innecesaria la explotación animal para nuestro consumo (un consumo a su vez dañino para todos -la paradoja de este sistema-), mucho menos si es a costa de tortura y sufrimiento.
En general en las etiquetas encontrarás la aclaración de su origen, sobre todo en el caso de que sea vegetal. En caso de que no haya aclaración, es casi seguro que será de origen animal o sintético. Te invito a mirar en los ingredientes de tus cosméticos a ver si encontras algunos de ellos!
EL MOVIMIENTO CRUELTY FREE
Ahora, por otro lado “CRUELTY FREE” es un movimiento que está en contra de la tortura animal y repudia totalmente la experimentacion con animales para la creación de productos de consumo humano. De ahí el término libre de crueldad. Surgió a finales de los años 50, pero fue hasta 1998, cuando el Reino Unido inició la tendencia de prohibir pruebas en animales, que tomó fuerza y relevancia alrededor del mundo.
Ciertas organizaciones internacionales se encargan de investigar y avalar las marcas y productos cuyo proceso de elaboración no incluye el maltrato animal y les conceden certificaciones correspondientes. Cruelty Free International y PETA Cruelty Free por ejemplo, son dos de las certificaciones más reconocidas. Ambas se respaldan con convenios firmados con las empresas que aseguran que sus procesos son libres de crueldad animal.
«People for the Ethical Treatment of Animals» (PETA) es la organización más grande de derechos de los animales del mundo contando con más de 3 millones de miembros y seguidores.
Lo que podemos hacer cada uno de nosotros es, por un lado, exigirle a las empresas que dejen de hacer estas prácticas. ¿Cómo? Eligiendo cosmética CRUELTY FREE: libres de crueldad animal. Con la compra de productos certificados ayudas a proteger a conejos, ratones, rata, conejillos de Indias y otros animales que están siendo utilizados para experimentos para que estos dejen de sufrir.
Para identificar claramente un producto de cosmética como cruelty free, debemos buscar en su envase los sellos identificativos que nos indican que éstos no han sido testados en animales. Existen principalmente 3 logos que nos indican que un producto no ha sido probado en animales:
IDENTIFICAR LOS DIFERENTES SELLOS de cosmética CRUELTY FREE Y SUS REQUISITOS
- Leaping Bunny Cruelty Free (a la izquierda de la imagen) certifica la ausencia de experimentación animal, no se implanta la marca en mercados extranjeros donde las pruebas son obligatorias, pero este sello no certifica la ausencia de ingredientes de origen animal.
- El sello más exigente cuando se trata de pruebas con animales es Cruelty Free and Vegan de PETA (en el centro de la imagen). No se autoriza ningún producto de origen animal, no se realiza experimentación animal, no se implanta la marca en mercados extranjeros donde las pruebas son obligatorias.
- El sello de la misma organización muy similar (que no está en la foto) solo certifica que no ha sido testeado en animales. Lo reconocerás, porque solo lleva las palabras « Cruelty Free ».
- El sello Not Tested On Animals (a la derecha de la imagen) certifica la ausencia de experimentación animal, no se implanta la marca en mercados extranjeros donde las pruebas son obligatorias, pero este sello no certifica la ausencia de ingredientes de origen animal.
Otra herramienta muy valiosa para corroborar si los productos que consumis EN ARGENTINA son testeados en animales o no es https://ongteprotejo.org/ar/marcas-cruelty-free/
Si sos de otro país, podés ver todos los productos de cosmética Cruelty Free en páginas como PETA, PETA Latino, Choose Cruelty Free, British Union for the Abolition of Vivisection y su organización filial Cruelty Free International donde tienen listas de productos libres de crueldad animal a nivel mundial.
¿qUÉ OTRAS ALTERNATIVAS EXISTEN?
Pero, por otro lado, y para mí la acción más revolucionaria para arrancar este problema de raíz. Es dejar de consumir definitivamente estos productos industrializados y empezar elegir producciones conscientes. Desde cualquier lugar del mundo podes aprender a hacer tu propia cosmética natural y te aseguras al 100% de que ningún animal haya sido torturado en el proceso.
Además de esta manera estarías evitando cientos de productos tóxicos súper peligrosos para tu cuerpo, el de tu familia y todo el planeta. Porque si hay testeo es porque HAY PELIGRO. Y no sólo de un sarpullido o alergia leve. Los riesgos que se quiere “preveer” al testear en animales van desde daño genético embrionario o fetal, irritación y daños de la piel o los ojos muy severos como la ceguera, envenenamiento por conservantes, estabilizantes, colorantes, hasta mutagenicidad causando daño genético o carcinogenicidad.
Que los cosméticos estén en el mercado como “seguros” solo significa que tienen una “cantidad aceptable” de estos productos tóxicos, no que sean inofensivos. Cada día utilizamos de media 17 productos cosméticos; champú, dentífrico, desodorante, jabón, cremas, maquillaje, etc, y no se sabe nada a ciencia cierta sobre qué acción en nuestra salud puede suponer el uso de todos ellos en un mismo organismo. Los resultados los veremos a lo largo del tiempo.
Espero que con toda esta información haya podido resolver tus dudas. Estamos construyendo un mundo más empático donde no quede ningún ser por fuera. No somos dueños ni señores de esta Tierra, ni de las biodiversidad que la habita, somos parte de ella y para mantenernos todos en salud debemos cuidar su equilibrio natural. Pero para eso tu apoyo es super necesario y urgente. Te sumás?
Gracias por llegar hasta acá! y un abrazo grande.