La emergencia de enfermedades transmitidas por vectores (ETV) sobre todo en América Latina ha llevado a que tanto las organizaciones mundiales, como las personas, intenten prevenir las muertes que ocasionan de la manera más efectiva posible.
El problema es que para ello acudimos al uso indiscriminado de sustancias tóxicas, así como para nosotr@s, como para el planeta. Confiamos ciegamente ya que se naturaliza su uso, delegando cualquier responsabilidad personal, sumado a que no estamos educados a leer etiquetas y seguir sus indicaciones. Además a esto se le agrega la gran exposición de otros químicos que se van acumulando en nuestro cuerpo con el uso diario.
La ATSDR (Agencia para sustancias tóxicas y registros de enfermedades) también nos recuerda que los efectos de la exposición a cualquier sustancia tóxica “dependen de la dosis, la duración, y la manera de exposición. Pero también los hábitos y características personales así como de la presencia de otras sustancias químicas.”
Por lo que los estudios de cada sustancia aunque resulten “seguros” individualmente, cuando se hacen hábitos y una forma de vida, a la larga estos pueden ser peligrosos. Esto requiere de análisis, discernimiento y cuidado para realizar elecciones con toda la información a nuestro alcance.
PREVENCIÓN:
Para ir hacia la raíz, la mejor forma de prevenir estas enfermedades siempre es a través del cuidado del ecosistema. Nuestro planeta es una célula que puede auto-equilibrarse y auto-regenerarse perfectamente para que la vida prolifere de forma armónica. Somos nosotros quienes modificamos, alteramos y perjudicamos este equilibrio que lleva a una catarata de daños para todos quienes los habitan, incluido nosotr@s, los humanos.
La Organización Mundial de la Salud en un informe, asegura que el factor ambiental es una de las principales causas: la urbanización no planificada, el incremento y variación de la temperatura global así como la falta de educación en cuidados colectivos, colaboran en la propagación desmedida de dichas especies. Por esta razón, así como tantas otras consecuencias graves que tienen nuestras acciones, cambiar los hábitos dañinos para el planeta es un asunto urgente. Asunto del cual tenemos que responsabilizarnos personalmente cada uno y ser acompañado por políticas públicas globales en concordancia.
SOBRE EL POLÉMICO DEET:
La N,N-Dietil-meta-toluamida, (conocida como DEET) es uno de los principales compuestos en repelentes de mosquitos y otros insectos. Y si bien se valora su amplia efectividad para prevenir posibles enfermedades proveniente de dichos insectos. Su grado de seguridad es algo que aún se sigue debatiendo, ya que como todas las sustancias químicas que ponemos en cuestión, hay distintas posturas al respecto y pocos estudios.
Pero todas las fuentes coinciden en que sí es una sustancia peligrosa en grandes cantidades. Por eso creo necesario tener toda la información posible, incentivarlos a que hagan sus propia búsqueda y puedan tomar decisiones autónomas, evaluando por ustedes mim@s los riesgos-beneficios.
RECOMENDACIONES A LA HORA DE USAR REPELENTES
Para ello, también te comparto el informe de Recomendaciones de ANMAT tanto para repelentes ambientales como corporales, donde se explica en detalle cada repelente y sus consideraciones principales.
Frente al uso de productos que contengan DEET, la ATSDR también se recomienda:
-Leer y seguir todas las instrucciones. Tomar las precauciones indicadas en la etiqueta de este producto.
-No aplicarlo sobre lastimaduras, heridas o piel irritada.
-Evitar aplicarlo sobre manos o cerca de los ojos y la boca de niños pequeños.
-No permita que los niños pequeños apliquen este producto.
-Utilice sólo el repelente necesario para cubrir la piel expuesta y/o ropa.
-No lo aplique por debajo de la ropa.
-Evite la aplicación excesiva de este producto
-Al regresar al interior, lave la piel tratada con agua y jabón.
-Lave la ropa tratada antes de volver a usarla.
-El uso de este producto puede causar reacciones en la piel, en contados casos.
-No rociar en áreas cerradas.
-No aplicar ni rociar directamente sobre la cara; primero rociar sobre las manos y luego frotar sobre la cara.
Además, en un informe de MedlinePlus, producido por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU, afirma que la DEET “(…) es especialmente peligrosa para los niños pequeños, quienes pueden presentar convulsiones cuando son expuestos de manera permanente a este químico en la piel durante períodos prolongados. Por esta razón, se debe tener cuidado de aplicar únicamente concentraciones de DEET bajas a los niños durante períodos cortos y probablemente no usar productos que contengan este químico con los bebés.”
Las barreras físicas son una excelente opción para estas etapas de la vida: puede ser colocando telas respirables como el tul tanto en cunas/carritos/camas, o con ropa liviana que recubra el cuerpo. De este modo nos aseguramos de no exponer a niñ@s muy pequeños ante los vectores de transmisión y a la vez, a posibles riesgos por aplicación inadecuada de sustancias químicas.
OTRAS ALTERNATIVAS
Para evitar exponernos a los riesgos por el uso indiscriminado de repelentes, podemos contar con otras alternativas, en este caso, que nos brinda abundantemente la naturaleza, como son los Aceites Esenciales.
El primer lugar se lo lleva el aceite esencial de citronela, de hecho si observan las etiquetas, este es utilizado en muchísimos repelentes industriales como principal ingrediente de sus fórmulas.
Pero también pueden resultar efectivos el eucalipto limón, lavanda, melisa, romero, tomillo o el geranio. Estos aceites esenciales pueden utilizarse por separado o conjuntamente para aprovechar las propiedades de alejar a los insectos.
Si te gustaría hacer tu propio repelente, te dejo este video de mi Canal de Youtube donde te enseño a hacer una RECETA DE REPELENTE CASERO Y NATURAL con base cremosa.
No te olvides que para comercializar un producto de este tipo deberás conocer las reglamentaciones correspondientes de tu país. Desde ANMAT (Argentina) se indica que los repelentes de uso personal se deben registrar como productos cosméticos y deben encontrarse autorizados. En su rótulo deben constar los datos que se indican en este documento y cuya ausencia puede revelar que el repelente sea ilegítimo.
CENTROS DE TOXICOLOGÍA
Ante cualquier duda por ingesta o inhalación excesiva de repelente (y cualquier otra consulta o sospecha) deberás comunicarte con los centros de toxicología local del país en el que te encuentres. Estas líneas gratuitas te permitirán hablar con expertos en intoxicaciones, quienes le darán instrucciones adicionales.
En Argentina contamos con el CNI (Centro Nacional de Intoxicaciones) quienes cuentan con guardias las 24 horas. Si tienes cualquier inquietud acerca de las intoxicaciones o la manera de prevenirlas, podes comunicarte de manera totalmente gratuita sin importar en qué parte del país estés, al siguiente número: 0800-333-0160
También te dejo a disposición otros números importantes (Argentina) que pueden serte de utilidad:
- División de Toxicología
Hospital General de Agudos J. A. Fernández: (011) 4808-2655 - Unidad de Toxicología
Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez: 0-800-444-8694
Centro de toxicología Htal. de Niños R. Gutiérrez: (011) 4962-6666 - Unidad de Toxicología
Hospital de Niños Dr. Pedro de Elizalde: (011) 4363-2100/2200
Centro de Toxicología Htal. Elizalde: (011) 4300-2115/4362-6063 int.6217
Espero que esta información haya sido valiosa para ti y para tus seres queridos.
Cualquier aporte, es bienvenido. Desde ya gracias si leíste hasta aquí y por invertir tu tiempo en construir junt@s un mundo más sano.
Te recuerdo antes de despedirnos, que sigue disponible el LISTADO GRATUITO DE PROVEEDORES a nivel MUNDIAL. Un recurso que me han pedido much@s, y hoy puede ser tuyo con tan solo un click aquí.
Un abrazo, que lo disfuten y hasta la próxima.
Nuri y Equipo Kalimiel