Tips para elegir cosmética natural de calidad

Hoy me gustaría compartir con todas (y todos) esta información que fui recopilando de diferentes libros, cursos, internet y charlas con amigas y amigos. Espero que les sirva para empezar a tomar conciencia de que es lo que como consumidores les estamos permitiendo (y en cierta forma, exigiendo) a las empresas de cosmética.

Algunas cuestiones básicas sobre la piel:

 La piel (nuestro órgano más grande) es nuestra barrera física entre nuestro cuerpo y el medio que nos rodea.  Ella nos protege de agentes externos, da contención a nuestros órganos, regula nuestra temperatura corporal, entre muchas otras funciones. Es a través de ella que entramos en contacto con las sustancias de los cosméticos que utilizamos, y gracias a su permeabilidad los absorbe y los ingresa a nuestro organismo. Los efectos de estas sustancias pueden ser instantáneos (como en el caso de las cremas humectantes) o tardar meses en percibirse (como en el caso de las cremas anticelulíticas, por ejemplo). Otras sustancias que ingresan en nuestro organismo a través de la piel pueden tener efectos a muy largo plazo (como es el caso del Aluminio de los desodorantes que, acumulado durante largos periodos, puede provocar mutaciones celulares o el caso del uso en embarazadas de las cremas antiacné que tienen como base el ACCUTANE, sustancia que genera malformaciones congénitas).

¿Sabías que…?

Una curiosidad sobre la piel es que tiene un ciclo de nacimiento, crecimiento y muerte que dura unos 28 días. Me parece un dato interesante, ya que dura el mismo tiempo que el ciclo lunar y nuestro ciclo menstrual… ¿Por qué será?

Un poco de historia sobre la cosmética:

En los comienzos, nuestros antepasados utilizaban las plantas para higienizarse y para mantener o recuperar la salud de su piel. Con la llegada de la revolución industrial y el desarrollo de la industria farmacéutica y química, nuestra piel comenzó a ser expuesta a sustancias sintéticas (o sea sustancias obtenidas por procesos mecánicos, electrónicos, o industriales que imitan las sustancias naturales) derivadas sobre todo del petróleo (como las siliconas y las parafinas). Quizás se pregunten porqué, ¿Por qué el hombre cambió las sustancias naturales que durante siglos había utilizado por otras cuyos efectos a largo plazo no conocía? La respuesta es tristemente muy sencilla: los productos derivados del petróleo pueden ser fácilmente y económicamente producidos en masa.

La llamada “cosmética natural” no surgió hasta hace unos 25 años, cuando (por cuestiones de marketing) algunas empresas quisieron diferenciarse de otras, sosteniendo que sus productos eran mejores, porque no eran sintéticos. Pero la verdad es que el término “cosmética natural” nunca fue legalmente regulado lo que, sumado a la desinformación de los consumidores, dio como resultado el llamado “Greenwashing”. Este término es usado para describir la práctica de ciertas compañías, al darle un giro a la presentación de sus productos para hacerlos ver como respetuosos del medio ambiente, cuando en realidad no lo son. Por ejemplo, cuando te venden un producto lleno de conservantes derivados de petróleo y perfumes artificiales como “Bio” o “Eco”. ¡OJO! Que el marketing de un producto diga que es “Bio” no significa que lo sea. Ese es el problema de la falta de regulación. Otro ejemplo es cuando utilizan una imagen bonita de una planta que supuestamente es la base del producto, cuando en realidad solo se ha utilizado su variante sintética.

¿Cómo hacer para poder diferenciar una marca de calidad natural de otra sintética?

La única manera que tenesmos como consumidores para asegurarnos es aprender a leer las etiquetas de los productos. Ya sé que quizás te parezca que te vas a volver loca leyendo tooodas las etiquetas de tooodos tus cosméticos, pero te aseguro que es solo cuestión de práctica. Al final, identificaras las marcas de calidad (que son muy pocas!) con solo echarle un rápido vistazo a los ingredientes. Además, con la falta de regulación que existe y la falta de escrúpulos de ciertas compañías, ¿de verdad te vas a seguir arriesgando?

El INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients) es un lenguaje Standard internacional  utilizado para la lista de ingredientes que debe obligatoriamente aparecer sobre el embalaje de los productos. Todos los ingredientes están en ingles, con excepción del nombre de las plantas que están en latín. Aparecen en orden de mayor proporción a menor.

Yo te recomiendo que empieces haciéndote una lista de los ingredientes más peligrosos y que la lleves siempre contigo. Sé que al principio parecerás una loca mirando con detalle todas las botellas de la perfumería o de tu baño, pero confía en mí, en cuanto seas consciente de todas las porquerías que te estás metiendo en el cuerpo, parecer loca será la última de tus preocupaciones. Por favor, no te obsesiones, no te estreses, no culpes a las vendedoras de las perfumerías de querer matarte (yo pase por todo eso y no sirve de nada jeje), usa este conocimiento como una herramienta para llevar una vida más saludable y, con mucha tolerancia y amor, ayudar a otros a hacer lo mismo.

Aquí les paso mi lista, es bastante estricta ya que también contiene algunos ingredientes que no son tóxicos pero sí irritantes, ustedes pueden elegir después de informarse si la harán más flexible (próximamente posteare info detallada de cada uno de estos ingredientes, pero si les interesa pueden ir investigando ustedes):

Algunos sellos que te ayudarán a la hora de elegir cosméticos naturales:

De momento no se ha llegado a un consenso internacional sobre este tipo de sellos, pero es interesante conocerlos. Por otra parte, también es cierto que aplicar uno de estos sellos a los productos es muy costoso, por lo que muchos productores pequeños o artesanos no pueden permitirselos, a pesar de que sus formulaciones son más que recomendables. Además, algunos de estos sellos permiten una pequeña proporción de productos que para mi no son muy recomendables, por lo que lo mejor es saber leer las etiquetas y guiarse por el propio sentido común.

Volviendo a los orígenes:

Creo que es indiscutible el efecto dañino que muchas sustancias de nuestro cosméticos tienen sobre nuestro organismo. Muchas empresas han sacado grandes ganancias de nuestra falta de conocimiento y de investigaciones a largo plazo. Sin embargo, creo que las empresas no son las únicas responsables del actual panorama, ya que ellas producen en base a lo que los consumidores exigen.

Empieza a exigir productos de calidad real y que sean respetuosos con tu salud y la del medio ambiente. Dejemos de consumir aquellos que solo cuidan nuestro bolsillo y que prometen belleza instantánea y juventud eterna. Volvamos a las costumbres de nuestros sabios antepasados, que honraban su cuerpo y el cuerpo de Gaia, que al fin y al cabo, son la misma cosa.

Gracias!!!

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